Santuarios y templos de Nikko

¡Hola! ¿Qué tal? Regreso al blog después de estar varias semanas ausente; como bien sabéis estuve tres semanas viajando por Japón y, aunque dejé un par de post preparados (Fin de semana en Madrid y Test viajero #1 por si os queréis pasar), no pude dedicarle tiempo al blog aunque la mayoría seguisteis el viaje por Instagram cosa que me hizo mucha ilusión. 

Después de 14 eternas horas de vuelo llegamos al aeropuerto de Narita día 2 de Julio a las 9:30 de la mañana y resultó que Iberia, la compañía con la que viajábamos, había perdido nuestro equipaje (y el del 80% de los pasajeros del vuelo). Después de dos horas para reclamar muy indignados, a las 12 salimos del aeropuerto y fuimos en tren hasta Tokio que está a una hora del aeropuerto. Para desplazarnos por Japón en mayo compramos el Japan Rail Pass, que, aunque salga caro, se amortiza muy bien, y lo recogimos en el aeropuerto el mismo día que llegamos.

Como el primer día paseamos por Tokio y nos acostamos pronto, paso directamente a contar el segundo día que pasamos en Japón, el día que tuvimos el primer contacto con esos templos y santuarios con tanta historia. 

Shinkyo, puente construido en 1904

Los santuarios y templos de Nikko abarcan 103 edificios (evidentemente no vimos ni la mitad y tampoco entramos en muchos de los que sí vimos) que pertenecen a santuarios sintoístas y templos budistas, rodeados de bonitas montañas y mucha naturaleza, y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 1999. Se encuentran en la región de Kanto, y tardamos poco más de una hora en llegar desde Tokio (tuvimos que coger dos trenes).

Gojunoto, pagoda de 5 pisos reconstruida en 1818

La pagoda del mausoleo de Toshogu fue construida en 1650 y reconstruida en 1818 tras un incendio. Sus cinco niveles representan la tierra, el agua, el fuego, el viento y al cielo. La foto no tiene muy buena calidad y no se ve muy bien, pero la luz era bastante mala... Las pagodas, construidas con fines religiosos cerca de templos budistas, fueron una de las estructuras que más me llamaron la atención en Japón. No sé bien por que, ¡pero no me hubiese cansado de visitar pagodas!

Kami Jinko

No sé si se apreciarán bien en la foto, pero en el Kami Jinko hay dibujados dos elefantes. Es curioso porque el artista que los grabó en esa estructura jamás había visto un elefante y lo plasmó tal y como le describieron el animal. Para salir de su propia imaginación no se alejó tanto de la realidad, ¿no creéis?

Posando bajo el torii que conduce a las escaleras del Templo Tosho-gu, cuya entrada se tiene que pagar pero es de los más grande y completo de todos los que hay en Nikko. Aunque mis favoritos son los de color rojo de madera, los torii fueron otra estructura que me encandiló. Para quien no lo sepa, son arcos tradicionales japoneses que se encuentran en los santuarios, marcando la frontera entre lo profano y lo sagrado. Me fijé en que la mayoría de los japoneses hacen una pequeña reverencia antes de pasar por un torii.

Estas tablillas con deseos escritos en ellas se encuentran en todos los templos

Lo que comimos ese día en uno de los pocos restaurantes que hay ahí arriba

La pagoda vista desde la retaguardia

Los Fuurin (campanillas de viento) son un elemento decorativo tradicional que los japoneses (aunque provienen originalmente de China) y se colocan en las ventanas o puertas de las casas al inicio del verano, aunque antiguamente se colocaban en los campos de bambú para saber en qué dirección soplaba el viento, pero poco a poco se creó la idea de que allí donde se escuchaba su tintineo no ocurría ninguna desgracia (ya sabemos que los japoneses son muy supersticiosos). Yo no seré muy supersticiosa, ¡pero me parecen una monada como elemento decorativo!

Me gustó este buda oculto entre las plantitas

Este último torii, más pequeño que los anteriores, es la puerta a un pequeño recinto donde solo estábamos nosotros. Había un pequeño dojo cerrado (una especie de gimnasio tradicional), el buda de la foto anterior y también una pagoda de pocos pisos.

¡Espero que os haya gustado el post! Este fue uno de los lugares que más me gustó de Japón así que lo recomiendo como visita si viajáis allí. 

Iré pasándome por vuestros blogs y poniéndome al día, ¡un abrazo!