Fin de semana en Madrid

¡Holaaaa! ¿Qué tal va la semana? Aunque esto se publicará el jueves estoy escribiendo este post en domingo porque mañana por la mañana viajo a Japón y no tendré tiempo para el blog, aunque como ya dije probablemente esté bastante activa en Instagram, ya que me gusta usarlo de bitácora cuando salgo de viaje.

Hoy os traigo una ciudad que probablemente casi todos los que os pasáis por aquí conozcáis: Madrid, nuestra hermosa capital. Pisé Madrid por primera vez en 2009, en 2012 regresé para ver el maravilloso musical de El Rey León, la visité varias veces entre el 2015 y el 2016 (una de esas veces la estancia fue de tres meses) y finalmente volví a pisarla en mayo. Viajé con mi mejor amiga de la infancia; tan solo estuvimos un fin de semana porque el verdadero motivo de la visita fue el musical de Anastasia. ¿Conocéis la película? Cuando éramos niñas ella y yo la vimos como doscientas veces, es nuestra película, así que cuando nos enteramos de que el musical llegaría a Madrid no nos lo pensamos dos veces.

Después de pegarnos el madrugón del siglo y de pasar hora y media en el avión, llegamos muy somnolientas a Madrid y nos dio por andar desde la estación de Atocha hasta la Puerta del Sol. Tuvimos suerte de que nos hizo buen tiempo primaveral, incluso tuvimos calor a ratos. Aprovechamos para ir de tiendas porque ambas conocemos bien la ciudad, pero también hubo tiempo para hacer un poco de turismo.

Estatua del Oso y el Madroño

Vistas de la ciudad desde el Gourmet Experience del Corte Inglés de Callao

No me gusta desaprovechar el tiempo en el hotel cuando estoy de viaje, pero tuvimos que hacer una siesta después del check-in antes de ir hacia el teatro Coliseum, en Gran Vía, para estar un poco más despejadas y disfrutar del musical... ¡aunque es imposible no disfrutarlo! Creo que me hubiese encantado incluso sin haber visto la película de niña. Lo recomiendo cien por cien. La actuación y las voces de los actores (mejores que las de muchos cantantes famosos), el decorado y las escenas, la adaptación de la obra, pues la trama no es idéntica a la película porque está pensada también para un público más adulto, todo está perfectamente logrado... Realmente lo disfrutamos como unas chiquillas.

Al día siguiente salimos a desayunar con una amiga mía al Pum Pum Café, el típico local moderno muy chulo. Es pequeño, pero los desayunos están muuuy ricos. Me alegró mucho reencontrarme con esa amiga, a la que conocí hace varios años cuando tenía el otro blog y luego pudimos conocernos en persona en una de mis visitas a la ciudad. Después de desayunar paseamos tranquilamente por las calles de Madrid  mimetizándonos con los turistas extranjeros hasta llegar a la Plaza Mayor.

Fue un día de reencuentros. Comimos cerca de Puerta del Sol con la ex compañera de piso de mi amiga (ella es madrileña pero vivió una temporada en Palma), en un restaurante bastante vanguardista. Después de la comida fuimos andando hasta el Parque del Retiro, mi lugar favorito de toda Madrid. Paseamos por el parque, nos tumbamos en el césped para descansar un rato y luego entramos en el Palacio de Cristal, echo de metal y cristal, donde había una pequeña exposición y es que es habitual que dentro del palacio se hagan diferentes exposiciones de arte contemporáneo. Confieso que no había estado antes en el Palacio de Cristal y me gustó muchísimo, eso compensó que me quedara con las ganas de visitar lugares como, por ejemplo, el Templo de Debod que tanto me gusta.

La Cibeles, de camino al Retiro

Ahí está la Puerta de Alcalá

Entrando en El Retiro

Interior del Palacio de Cristal

Si os fijáis en la última foto hay tortuguitas fuera del lago artificial tomando el sol. Me llamó la atención la cantidad de tortugas que había, y es que la gente cuando se cansa de tenerlas en casa o crecen demasiado las "abandona" ahí, o en la estación de Atocha entre otros sitios.

¿Conocéis Madrid? ¿Cuánta gente madrileña se pasa por aquí?

Un abrazo fuerte, ¡nos leemos!