Estocolmo, Suecia (parte 2/3)

¡Hola! ¿Qué tal estáis llevando lo de la ola de calor? En la isla lo estamos pasando realmente mal; dicen que las Baleares es una de las comunidades más afectadas... y se nota, encima la humedad que tenemos aquí no nos lo pone fácil. Mucho cuidado con los golpes de calor al salir a la calle, ¡y a hidratarse mucho! Cambiando de tema: el lunes viajo a Japón, ¡yay! Intentaré dejar algunos post preparados pero no prometo nada; eso sí voy a estar bastante activa en Instagram. Aunque muchxs ya me seguís, nuevamente dejo mi cuenta por si os interesa seguir esta aventura: @katina3103.

Hoy os traigo la segunda parte del viaje que hicimos el verano pasado a Suecia y que taaanto nos gustó (ver primera parte aquí). Dentro de la Stokholm Pass de la que os hablé en la primera parte entran también las visitas en barco a lugares de interés cerca de Estocolmo, y por supuesto lo aprovechamos. Pillamos un barquito en el muelle que hay justo al lado del Ayuntamiento que nos llevó al Palacio de Drottningholm, uno de los palacios reales donde reside la familia real sueca. Se encuentra aproximadamente a hora y media de Estocolmo y, aunque se puede llegar por tierra, el paseo por el lago vale la pena si también os gustan las bonitas vistas y la naturaleza. 

Nada más llegar nos dirigimos al interior del palacio, cuya entrada también viene incluida en el SP y, aunque todos los palacios europeos están hechos más o menos con el mismo patrón (visto uno vistos casi todos), uno no puede evitar quedarse boquiabierto viendo todos esos detalles, obras de arte a la vez que te vas sumergiendo en la historia. Tras un largo paseo por sus salones, estancias y pasillos salimos a los preciosos jardines, mi parte favorita del palacio. Nos dirigimos tranquilamente al pabellón chino que se sitúa hacia el final de los jardines si mal no recuerdo; entramos y nos dieron un audio-guía en español, estuvo interesante pero a nosotros no nos mató. Luego quisimos ir al conocido teatro (más cerca del palacio) pero no llegamos a tiempo para la visita y ya no pudimos entrar, por los pelos...

Al fondo se puede ver el barquito con el que llegamos al palacio real

Pabellón chino

El Museo Vasa es otro must si viajáis a Escotolmo. Ahí se encuentra el buque de guerra Vasa, la única nave del siglo XVII que se conserva intacto, y es que lo hicieron tan pesado que el día de su inauguración se hundió a trescientos metros después de haber zarpado, pues una ráfaga de viento hizo que el barco se escorase y comenzó a entrar agua por los cañones. Qué triste historia, ¿verdad? En 1956 un ingeniero logró dar con su localización concreta tras varios intentos. Gracias a la baja concentración de sal del Báltico los restos del barco se hallaban en muy buenas condiciones. Para sacarlo hicieron túneles bajo la nave con un chorro de agua y finalmente en abril de 1961 lograron sacarlo a la superficie y exponerlo en el museo después de haber pasado más de 300 años en el fondo del mar. En el museo además del barco hay maquetas, objetos antiguos, actividades interactivas y un salón de cine donde proyectan un documental que explica toda la historia del barco (hay sesiones subtituladas en español).

Nuevamente nos subimos a un barco para visitar a la ciudad vikinga de Birka, situada en una isla, que sin duda fue el lugar que más me gustó de todo el viaje. Birka fue la primera ciudad de toda Suecia y estaba habitada, por supuesto, por los vikingos que la fundaron en el siglo VIII. Paseamos por esa zona de la isla junto a un divertidísimo guía que nos explicó (en inglés) hechos históricos, anécdotas, curiosidades, leyendas mientras íbamos descubriendo el maravilloso arqueológico hasta llegar a un pequeño monte donde se encuentra la cruz de Ansgar (la típica cruz vikinga a la cual no le hice ninguna foto...). Nos quedamos un buen rato en la cruz pues las vistas valían la pena, y luego regresamos andando al museo que se encuentra cerca del muelle. En el museo hay maquetas, imágenes, vídeos y textos escritos que nos cuentan el estilo de vida que llevaban los vikingos comerciantes en su época, y también visitamos la simulación de un poblado vikingo que hay a escasos metros de ese museo.

Solo por estas vistas la visita a Birka valió la pena

¿Conocíais Birka? ¿Habéis estado en alguna parte de Suecia? Como ya dije en la primera parte del post, yo recomiendo cien por cien Estocolmo y sus alrededores (sobretodo para ir en verano, cuando las temperaturas son más agradables).

¡Muchas gracias por pasar por mi blog y por los comentarios que me dejáis! Me despido ya que voy a estar ausente varias semanas (mis amigos y yo volvemos de Japón día 22), pero luego regresaré al blog con muuuucho material que compartir. Os deseo un feliz mes de julio y unas felices vacaciones a quienes os toquen, y, repito... ¡cuidado con la ola de calor! 

Un abrazote.