¡Hola gente! ¿Qué tal vuestro fin de semana? Espero que mejor que el mío, que ha sido un poco drama ya que se me ha aplicado el dicho de "No hay mal que por bien no venga" pero por el momento mientras los demás me felicitan yo por dentro hago de tripas corazón para mantenerme serena. Por suerte estoy rodeada de buena gente dispuesta a echar un cable así que poco a poco estoy viendo las cosas desde otra perspectiva, y esperando que el "...que por bien no venga" de ese "No hay mal..." llegue (y lo haga pronto). En fin, empecemos con el post que seguro que es más interesante que mis penas ;)
La mañana del último día que pasamos en la ciudad Kyoto salimos a tiendear un poco por las calles más tradicionales de Higashiyama. Entramos en una enorme tienda dedicada exclusivamente a Mi vecino Totoro y a otros animes del Studio Ghibli; personalmente no soy muy fan de estas animaciones aunque las conozco, pero reconozco que la tienda en general era muy chula (además de cara). Seguimos paseando calle arriba calle abajo esquivando gente con paraguas pues se nos había puesto a llover. Creo que mis amigos esperaban otro tipo de tiendas así que aclaro que lo que encontramos en ese barrio son más bien establecimientos estilo souvenir, de artesanía tradicional, de comida y dulces típicos... Aunque todo me llamó la atención para bien mis yen no salieron de la cartera así que simplemente fue un paseo con parada al Starbucks para resguardarnos de la lluvia y recuperar fuerzas desayunando por segunda vez.
Siguiendo una de esas calles llegamos acabamos en Kiyomizu-dera, un conocido recinto compuesto por un conjunto de templos construidos en el año 778. Nosotros nos quedamos en la entrada de ese recinto visitando la impresionante Puerta Deva (o de los Reyes Deva), de unos diez metros de ancho por 5 de profundidad que como muchos otros monumentos de todo Japón la puerta se incendió al ser de madera y tuvo que reconstruirse años más tarde. Pasamos por el salón Kyodo (repositorio de sutras) por la puerta oeste Saimon, otra reconstrucción con unas esculturas de cabezas de elefante traídas de Corea, igual que la rojísima Pagoda de tres pisos pintada también de ese color bermellón para reflejar la tradición china del periodo Momoyama.
Como he dicho paseamos durante un rato entre estas construcciones y otras que se asomaban por ahí, admirando su belleza y también las vistas a la ciudad, y también buscando escondrijos para protegernos de la lluvia. Cuando dejamos atrás el recinto nos metimos en el primer restaurante que encontramos para comer y... solo decir que hoy no hay ni foto de la comida, yucky!
Puerta Deva, Puerta Saimon y la Pagoda Sanjunodo |
Puerta Saimon y Pagoda Sanjunodo |
Puerta Deva vista desde atrás y vistas a Kyoto |
¿Habéis estado alguna vez en algún lugar que os transmitiera un sosiego, una paz, una tranquilidad tan grande que rozara lo místico? Yo me sentí así cuando nos adentramos en el Fushimi Inari-Taisha, uno de los lugares que más me gustaron de todo el viaje y al que me gustaría teletransportarme ahora mismo.
El santuario sintoísta Fushimi Inari es es uno de los santuarios más antiguos y conocidos de Japón y el principal dedicado al espíritu Inari. Ya sabemos que en la cultura japonesa existen muchos dioses y creencias, y como a mi eso me mola bastante os explicaré brevemente quién es Inari (como si no lo hubiese tenido que googlear antes). Inari es el patrón de los comerciantes, dios de la fertilidad, del arroz, la agricultura, de los zorros, de los negocios y de la industria en general. Es una deidad sin sexo cuyos zorros, de color blanco, actuaban como sus mensajeros. Al ofrecerle culto los japoneses que se dedicaban a los negocios le entregaban torii, por eso hay tantos hoy en día.
Al principio el camino compuesto por más de diez mil torii está bastante concurrido, sobretodo si vas en verano como hicimos nosotros, pero a medida que vas subiendo empieza a haber menos gente y hubo un momento en el que afortunadamente dejamos atrás al resto de turistas y nos quedamos completamente solos. Supongo que el motivo por el que la gente no continúa el camino al llegar a cierto punto es porque son 4km subiendo el monte, también bautizado como Inari, en el que se sitúa el santuario, pero nosotros llegamos hasta arriba del todo y yo recomiendo la experiencia sin dudarlo. Puede resultar cansado sobretodo en algún tramo de escaleras pero vale muchísimo la pena perderte en ese lugar de paz y misticismo tan hermoso.
Más feliz que una perdiz con el chubasquero sobre la mochila :) |
¿Habéis estado en el Fushimi Inari? ¿Os gustaría visitarlo? ¡Contadme en los comentarios!
Un abrazo gente. Gracias por visitar el blog :)
Jolín q pasada de lugar.
ResponderEliminarBesos
(。◕ u ◕。)/ Holaaa!!!
ResponderEliminarpero que hermoooosos lugares, que envidiaaaa!!! querida consulta esto es de tu ida a japón o estás allá de nuevo??? espero todo se solucione mira que la verdad todo pasa por algo y después de algo malo viene algo bueno así que ánimo!
Te invito a visitar mi humilde espacio ♥
穛 S4Ku SEK4i®
Este año nos gustaría visitar Japón, te seguiré los pasos!
ResponderEliminarBesos rojos por doquier!
Unas fotos preciosas, dan ganas de coger un avión y plantarse allí ahora mismo (y ojalá fuera tan fácil ^^)!
ResponderEliminarUn beso, espero que todo se solucione pronto y la cosa mejore!
¡Hola! ^^
ResponderEliminarMe encantaría viajar a Japón alguna vez, y después de ver tus fotos me entran más ganas todavía. Ahora lo veo difícil, pero a ver si dentro de algunos años puedo cumplir mi sueño :)
Besos!
da gusto ver lugares tan hermosos. besinos
ResponderEliminarQue maravilla de sitio, de fotos y de post...me encanta! La cultura asiática me llama muchísimo la atención, me gustaría conocer absolutamente todo sobre ella. Qué suerte tienes de haber podido viajar hasta allí, de verdad, seguro que lo disfrutaste al máximo (y no me extraña ;) )
ResponderEliminarUn besazo!
Que super envidia ;). Me patece precioso y es un sitip que me encantaría ir. Gracias por compartirlo. Bss
ResponderEliminarHola guapa! espero que eso que te pasó el fin de semana no sea grave y ya haya pasado lo peor! ánimo! Nosotros estuvimos de relax que mucha falta nos hacía. Pues la verdad es que me encantan las fotos, esas callecitas, con esos edificios... qué distintos somos, verdad? Yo hubiera hecho igual que tú, aunque el camino sea cansado en tramos, solo por esa soledad y esa magia, creo que merece la pena. No me extraña que fuera uno de tus lugares preferidos del viaje y ¡cuántos toris! las fotos no pueden gustarme más.. Besos.
ResponderEliminarQue envidia y de la sana 😉
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarLo primero, espero que ese bien venga pronto.
Me ha encantado el post, con esas fotos. Los lugares que transmiten sosiego deberían ser obligatoorios en todas partes, nos renuevan.
Muy feliz semana.