28.10.19

Arashiyama y Higashiyama, Kioto

¡Hola gente! Entre el cambio de hora y la falta de sueño me siento un poco zombie hoy, pero eso no va a impedir que publique hoy porque ya iba siendo hora. Al final me he decantado por seguir con el viaje a Japón y ya empezaré con Viena la próxima semana, tonterías mías pero publicar un viaje donde pasé un frío de la leche ahora que las temperaturas aún son más primaverales que otoñales no me llama. Así que allá vamos con el primer día que pasamos en la mágica y tradicional Kioto.

Cogimos un autobús para ir desde el apartamento que alquilamos hasta Arashiyama, conocido por su famoso bosque de bambú, aunque hay mucho más que ver y hacer en ese destino situado a las afueras de la ciudad. Nosotros fuimos primero al parque de los monos Iwatayama. La verdad es que a pesar de que me gustan mucho los animales los monos ni me van ni me vienen, pero al final valió la pena subir hasta la cima de ese monte - por un camino monte a través - donde se encuentran los monitos. Las vistas de Kioto desde ahí arriba son muy bonitas y es divertido ver y dar de comer a los monos, que pasean tranquilamente entre los humanos. Sus cuidadores están pendientes de ellos en todo momento y hay ciertas normas que seguir para no molestar a los monos (ni que éstos se molesten con nosotros).
Para alimentar a los monos hay que meterse en una cabaña-jaula y se les da la comida entre los barrotes
Cuando nos cansamos de Iwatayama bajamos del monte y cruzamos el río en dirección al bosque de bambú
No hay ni una sola figura que se repita, todas son diferentes
El Bosque de bambú Sagano es un lugar muy conocido de Japón y no me sorprende, pues es uno de los lugares más místicos en los que he estado. Lo vi por primera vez en una película cuando tendría unos dieciséis años y desde entonces siempre quise pasearme entre esos altos tallos de bambú. Es curioso cuando un sueño, por pequeño que sea, que a priori parece inalcanzable por cuestiones de distancia en este caso, llegue a cumplirse aunque sea catorce años más tarde. Mientras me paseaba por ese caminito flaqueado por un bosque de bambú recordé la escena de esa película y me sentí tan bien, como si hubiese logrado algo grande. Eso sí, había muchos turistas acompañándonos y es que es inevitable si viajas a Japón en verano... 
Estos son unos jardines que hay al final, o al principio, del bosque
En la turística Arashiyama no visitamos ningún templo, eso sí, nos zampamos un bol de sashimi con base de arroz que estaba para chuparse los dedos hasta quedarse sin las yemas. Después de comer tan gustosamente regresamos a Kioto para pararnos en el templo Kinkakuji o Pabellón Dorado, otro lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por su belleza (aunque personalmente me esperaba otra cosa). Se trata de un templo zen construido cuyas plantas superiores están recubiertas con pan de oro, situado en medio de un estanque que lo refleja.
Al día siguiente fuimos al barrio de Higashiyama para hacer el Tetsugaku no michi o Camino del filósofo, que va desde el templo Ginkakuji hasta el templo Eikan-do. Es un caminito muy tranquilo de unos dos kilómetros que obtuvo su nombre de un filósofo y profesor japonés que solía meditar mientras andaba por ahí de camino a la Universidad de Kioto.

La primera parada antes de llegar al principio del camino fue el templo Ginkakuji o Pabellón plateado y sus bonitos jardines, otro templo budista zen construido en 1474. La intención era recubrirlo de plata pero por cosas de la vida no pudo ser así que de plateado solo tiene el nombre.
Camino de la filosofía
El siguiente templo que pisamos fue el templo Eikan-do, uno de los templos budistas más importantes. No había muchos turistas así que pudimos andar tranquilamente entre las instalaciones y admirar los detalles como las pinturas y otros objetos tradicionales sin presiones ni alientos ajenos en el cogote. Luego subimos muy motivados hasta la pagoda que está en un lugar elevado y cuando llegamos a ésta, ¡chasco! solo era una mini pagoda de dos pisos. Eso sí, ofrecía unas bonitas vistas a la ciudad. Aunque nosotros lo visitamos en pleno verano por lo visto el templo Eikan-do es uno de los sitios favoritos para observar el momiji, el enrojecimiento de las hojas de los árboles en otoño. 
Después de comer fuimos al santuario Heian, donde dimos un tranquilo paseo. Lo que más llama la atención es el impresionante torii o gran puerta Otorii que mide 24'2 metros de alto que hay que atravesar para ir hacia el santuario, pero por lo visto no le saqué foto... Andamos por el amplio recinto del santuario pero no estuvimos mucho rato y cuando nos cansamos regresamos al centro de Kioto, de nuevo al barrio de las geishas, pero por el momento vamos a dejar aquí el post.

¡Espero que os hayan gustado las fotos! Contadme cuál de esos sitios os ha gustado más en los comentarios. ¡Un abrazo!

8 comentarios

  1. ¡Hola1
    Yo creo que has hecho genial en retomar Japón.
    Me alegra que cumplieras ese sueño, aunque fuese 14 años después. Las fotos son geniales.
    Muy feliz martes.

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  2. Hola guapa! Pues me ha gustado todo!! No podría quedarme solo con una cosa... el paseo por el bosque, las vistas, los templos, los monos, ese bosque de bambú (¡qué pasada)... La verdad es que desconocía muchas cosas de Japón y gracias a ti las estoy descubriendo. Juan tiene muchas ganas de ir, así que algún día acabaremos yendo seguro. Me ha encantado que hayas seguido mostrando Japón, la entrada es preciosa. Besos.

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  3. Qué mal llevo el cambio de hora!!!
    Como siempre me encantan tus post y saber más de Japón. Qué apasionante!

    XX

    https://www.elblogdebarbaracrespo.com/2019/10/white-is-white/

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  4. Hola Kat! Pero cuántas publicaciones en octubre, disculpa la ausencia, ha sido un mes sin tiempo para el blog, ahora mismo me pongo al día!
    Me encanta ver más imágenes de tu viaje a Japón, no dejo de admirar este destino a través de todo lo que nos estás contando de él. A mí me encantan todos los animales, los monitos también, así que habría disfrutando mucho en este parque, y el bosque de bambú Sagano debe ser impresionante de cerca! Los templos, como todos los que estás compartiendo, me gustan mucho, a tí se te ve feliz en cada trayecto, imagino que volverías en una nube!
    Un besazo!

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  5. Que bonito viaje Kat, me alegro que la sigas compartiendo con nosotros :)

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  6. ¡Qué pasada de fotos! Espero que lo pasases bien y me alegro que cumplieras este sueño.
    Mis fotos favoritas son las del templo y el bosque de bambú. Se ven tan bien :)

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  7. Ohh pues es que me gustan todas las fotos, no puedo elegir un sólo sitio! Qué pasada de paisajes ^^
    Un beso!

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