Venecia en blanco y negro

¡Hola gente! Hoy os traigo un especial, para variar un poquito. Llevo unos días aislada en casa, me hicieron una PCR que por suerte salió negativa pero por precaución tengo que permanecer 10 días encerrada. Estoy aprovechando para desconectar del curro, para estudiar un poco, para leer y para ver comedias románticas de esas que no aportan nada pero que me entretienen. Mi perro y mis gatos me hacen compañía.

Ahora me propongo matar el aburrimiento escribiendo un poco en esta entrada, todavía no sé qué, pero no os hablaré de Venecia porque el viaje lo hice en 2008 y lo único que recuerdo es que había niebla, que hacía frío, y que las góndolas y las máscaras son preciosas, sobre todo las máscaras (compré dos que siguen decorando mi casa).

Hay dos cosas que sí recuerdo del viaje: la primera es que no había manera de encontrar agua sin gas en el súper, y la otra es que dije Ciao! al entrar en una panadería y el chico que atendía me respondió Hola. A los españoles se nos reconoce de lejos. Ah, y una tercera: mis amigas y yo pagamos 1€ cada una para un paseo en góndola de 5 minutos, ¡de pie varias personas apelotonadas!

Este año el tema laboral me tiene un poco de bajona; adoro a mis jefes y a mis niños y mi trabajo es mi vocación, pero mi cuerpo me pide un cambio y otro tipo de estabilidad desde hace tiempo... No debería quejarme, con la que nos ha caído encima agradezco conservar mi empleo, pero mi estado de ánimo es traicionero.

Entre el filtro blanco y negro y la cámara que tenía entonces (no recuerdo el modelo pero fue la segunda cámara digital que tuve) parece que las fotos sean antiguas, ¿verdad? A veces, cuando veo gente en las fotos que saqué hace tiempo, me pregunto qué habrá sido de esas personas desconocidas, ¿soy la única que se hace este tipo de preguntas? 🙈

Me encanta planear, mi madre me dice que es mejor no hacer planes porque luego no se sabe nunca qué pasará, pero no puedo evitarlo... Planeaba inaugurar mi casa esta semana, en Halloween, ¡y mira tú por donde! no podrá ser. La casa lleva en obras desde julio, ya comenté que la reformo de pies a cabeza, pero debido a mi aislamiento han tenido que detener el último sprint.

No soy urbanita, pero reconozco que las ciudades por la noche tienen un encanto especial y es cuando más las disfruto cuando viajo. Yo antes era una persona muy nocturna. Estudiaba por la tarde-noche, trabajaba por la tarde-noche, podía escribir relatos hasta las 3 am... Es curioso cómo nos cambian los años y las rutinas; ahora soy todo lo contrario. Por la mañana es cuando más productiva me siento y por la noche me acuesto temprano porque mi cuerpo no da pa más.

Las fotos que siguen las saqué en las islas venecianas de: Burano, conocida por sus casitas de colores que no se aprecian en las fotos, Torcello, poco poblada y muy tétrica, y Murano, famosa por su tradición vidriera. Todas tienen su encanto pero sin duda la que más me gustó fue Burano 💛💜

Estoy viendo el cielo naranja a través de la ventana, me encanta cuando se tiñe con esos colores al atardecer. En mi casa patas arriba he tenido que habilitar dos habitaciones porque en la sala de estar es imposible hacer vida. En una de ellas está mi cama y mi "cocina" (un mueble con el microondas, los cubiertos y la vajilla) y en la otra he puesto un escritorio que iba a tirar, ¡deberíais verme! Al menos el baño está completamente terminado, y es precioso by the way. Ahora mismo estoy sentada, con mi gata sobre mi regazo y mi perrito bajo la silla, viendo como se va el día a las 18:15 hrs...

Si habéis tenido la paciencia de leer hasta aquí, grazzie mille! Y si no, espero que os hayan gustado las fotos. Nos leemos💞