Saas-Fee, Suiza

¡Hola! ¿Qué tal? Hoy dejo a un lado los viajes que he hecho recientemente para remontarme al año 2012 cuando vivía en Suiza, uno de los países más bonitos del mundo (según yo). Residiendo en un pequeño pueblo al otro lado de la frontera con Francia muy cerquita de Ginebra tuve la oportunidad de conocer varios lugares que me enamoraron, Saas-Fee entre ellos. Para aquel entonces usaba una cámara de fotos digital por lo que la calidad de las fotos deja bastante que desear (aunque a mí me parecía una pasada), así que me disculpo porque entre mi cámara y la poca arte para sacar fotos que tenía no os esperéis fotazas que reflejen la hermosura de ese lugar...

¿Conocéis Saas-Fee? Se trata de una comuna situada en los Alpes Suizos la localidad conocida como 'La perla de los Alpes', en una zona de Suiza en la que se habla alemán (sabemos que en Suiza según el cantón se habla francés, alemán, italiano o el romanche). Este pueblecito de esquiadores se sitúa a casi 1 800 m de altura y es conocido por sus pistas de esquí y sus hermosos glaciares.

Este viaje lo hice con la familia con la que vivía, pues trabajaba en una casa como Au Pair. La familia me invitó a pasar el finde con ellos, y, aunque no quisieron pagarme una habitación en el hotelazo donde se alojaron, me quedé en una minúscula habitación de un hotelillo donde tuve más intimidad. Para ese entonces no estaba muy acostumbrada a ver nieve y recuerdo muy bien que cuando bajé a desayunar al comedor del hotel la primera mañana las vistas a las montañas nevadas me impresionaron.

Mientras la familia esquiaba (yo nunca he querido probar lo de esquiar) me dediqué a pasear por las calles y admirar sus bonitas casitas de madera, algunas todavía conservaban su decoración navideña, sus monumentos tales como la iglesia, sus tiendas y los distintos rinconcitos de ese mágico pueblecito.

Pero se trata de un pueblo pequeño, así que no tardé en recorrérmelo enterito unas cuantas veces. Cuando me cansé de ver casitas y tiendecitas que parecían sacadas de un cuento de hadas empecé a caminar hacia una de las montañas por un sendero que salía directamente desde el pueblo y caminé por el bosque durante un largo rato hasta que empezó a oscurecer y yo ya me imaginé siendo atacada por un lobo o un oso, bendita imaginación. Regresé al pueblo y recuerdo que compré comida para picar en la habitación del hotel pues empezaba a refrescar bastante y no había mucha vidilla en las calles. 

Como he dicho antes Saas-Fee también es conocido por sus glaciares, una gruesa masa de hielo que se origina, en este caso, en la montaña como si el hielo echara raíces en ésta. Para acceder al glaciar subí en el teleférico a la pista de esquí hasta llegar a la parte más alta de la montaña (si no recuerdo mal) dónde se encuentra la entrada al glaciar. Era la primera vez que entraba en uno y me pareció fascinante todo el hielo que había ahí dentro de la montaña. Había varias esculturas esculpidas así como representaciones de cómo se llevan a cabo los rescates en los Alpes, entre otras cosas que no recuerdo bien. Como podéis imaginar hacía bastante frío ahí dentro, pero todo está muy bien preparado para la visita y me extrañó ser la única persona que había ahí dentro pues me parece que es algo que vale la pena ver, aunque imagino que en esa región todo el mundo estará acostumbrado a los glaciares. Os dejo algunas fotitos.

Saas-Fee de noche, así se veía el pueblo cuando bajé de la montaña

¿Conocíais este lugar? ¿Os gusta esquiar? ¿Habéis estado en algún glaciar? ¡Contadme vuestras experiencias en los comentarios! Pronto me pasaré por vuestros blogs. 

Abrazos y ánimo, ¡que mañana ya es viernes!