Valldemossa

¡Hola gente! Ya estamos en verano y yo sigo eludiendo la playa aunque de cada vez haga más calor... Este finde ha sido tranquilo: he trabajado pero hemos podido salir a cenar y a comer y me compré uno de esos libros ilustrados que tanto me gustan en FNAC, se titula Te Quiero (si tenéis curiosidad pinchad sobre el título para ver el booktrailer). Y nos hemos enganchado a la serie El cuento de la criada, ¿la habéis visto?

Como ni a mi chico ni a mi nos gusta la playa el finde anterior estuvimos en la montaña. Si habéis visitado mi tierra seguro que habéis estado o habéis oído a hablar de Valldemossa, un precioso pueblecito situado en la Sierra de Tramuntana a unos 20 km de la ciudad, porque en esta isla las distancias son muy cortas, famoso por haber sido refugio de Chopin y de la novelista George Sand en el pasado.

Fachada del Palacio del Rey Sancho

Paseando por la calle principal del pueblo encontramos muchas tiendas de productos artesanales: objetos, joyas, ropa... y también terrazas donde tomar o comer algo como la tradicional coca de patata, pero con esto del covid19 muchos de esos locales estaban cerrados, así que nosotros fuimos directamente al mirador que veis en las fotos arriba, junto al Palacio del Rey Sancho.

Chopin dijo que Valldemossa es el "más hermoso lugar del mundo", exageró pero es cierto que este lugar enamora tanto a mallorquines como a turistas y otros personajes que residieron en esta zona como el Archiduque Luis Salvador de Austria, el actor Michael Douglas o el escritor Rubén Darío.

Me gustó esta guirnalda hecha con el estampado tradicional, las lenguas mallorquinas

"Santa Catalina Thomas pregad por nosotros"

Yo recomiendo que, para descubrir el encanto de este pueblecito, simplemente os perdáis por sus calles. Para mí la más bonita es la que viene después de la estatua de Santa Catalina Thomas, la Calle Rectoría, donde además encontraréis su casa natal transformada en capilla. Yo no soy creyente pero ella forma parte de la historia y cultura de Valldemossa y de la isla, ya que es la única Santa mallorquina. Los valldemossinos le tienen mucha estima y en todas las puertas principales de todas las casas del pueblo hay una plaquita con alguna imagen de la santa, y no hay dos placas iguales.

Antiguos lavaderos

Llegamos a la Cartuja de Valldemossa, un conjunto monumental dónde destaca la iglesia con campanario de cerámica color verde.  Fue residencia del rey Sancho I de Mallorca y el conjunto cuenta con un claustro, la antigua farmacia de los cartujos, un jardín y las habitaciones de la Celda Prioral. La Cartuja se puede visitar pero hay que pagar entrada tanto para visitar el complejo como para entrar en la Celda 4 donde se encuentra el museo de Chopin, son dos entradas distintas. Nosotros no entramos, nos quedamos en la plaza disfrutando de un granizado de almendra, mi favorito.

Busto de Frédéric Chopin

Me encanta pasear por los Jardines del Rey Juan Carlos, son gratuitos y se encuentran junto a la Cartuja. Son perfectos para terminar la visita a Valldemossa, admirar el original campanario verde, pasear entre preciosas flores, sobretodo rosales, y además encontramos varios bustos de los personajes célebres que residieron en el pueblo.

Valldemossa tiene un puerto muy cuco, pero hay que pillar coche y bajar unos cuantos kilómetros por la montaña. Nosotros hicimos otra ruta, en lugar de ir hasta el pequeño puerto nos dirigimos al municipio vecino para ver el atardecer desde el mirador de Sa Foradada, a unos 5 minutos en coche de Valldemossa.

¿Conocéis Valldemossa? ¿Os gustaría visitarla?

¡Contadme en los comentarios!

Espero que os hayan gustado las fotos, ¡un abrazo! 💗