Rupit y Pruit, CAT

¡Hola! ¿Qué tal? Este finde ha sido soso y triste para mí, como el mal tiempo que ha hecho por aquí. Encima el sábado empezó a arder el prado que tengo en frente de casa y yo ya veía mi casa quemada, suerte que un vecino controló todos los fuegos con su manguera porque los bomberos tardaron 1h en aparecer... Espero que vuestro fin de semana haya sido mejor que el mío 😅

Hoy os voy a enseñar un pueblecito muy cuco que visité con unos amigos cuando vivía en Barcelona city (2014-2018). Rupit y Pruit son dos aldeas unificadas de origen medieval ubicadas en el condado de Osona, a poco más de 100 km de Barcelona capital, una escapada a la naturaleza perfecta para un fin de semana. Nosotros fuimos en coche, el trayecto no dura mucho más de hora y media, y aparcamos en un parking que hay justo en la entrada del pueblo, no es caro pero se llena rápido.

Este pueblo medieval es conocido por sus hermosas casas de piedra que datan de los siglos XVI y XVII y por estar rodeado de naturaleza. Fue amor a primera vista nada más bajar del coche 😍 Me encantó el entorno, sus casitas, las calles empedradas... Lo primero que hicimos fue pasear por los exteriores del pueblo para admirarlo de "lejos" (en realidad primero nos paramos a comprar unos dulces en una panadería) hasta que llegamos al famoso Puente colgante y nos adentramos en el pueblo.

Después de cruzar el Puente colgante (foto de arriba) pateamos las calles empedradas del interior del pueblo, admiramos sus comercios que conservan ese encanto tradicional, nos dejamos maravillar por sus bonitas casas de piedra con balcones de madera de bien cerquita, y llegamos a la Plaza Mayor, donde horas más tarde nos pararíamos a tomar algo en la terraza de uno de los bares de la plaza. Un dato curioso es que en el bar nos atendió una chica joven a la que le costaba hablar castellano, yo no tuve problema para comunicarme porque mi lengua materna es el mallorquín que es un dialecto del catalán, pero me llamó la atención... ¡me encanta la diversidad lingüística que tenemos en España!

Después de visitar el interior del pueblo y de comer bien en un restaurante tradicional nos alejamos del centro para adentrarnos en la naturaleza con la cascada Salt de Sallent como destino, parando antes en la iglesia Sant Joan de Fàbregues. La excursión no es muy larga y es de nivel bajo, un paseo muy agradable que vale la pena: la cascada es muy chula y las vistas desde el mirador, alucinantes.

¿Os gustan este tipo de aldeas con encanto? ¿Conocíais Rupit?

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Abrazos a tutti, ¡nos leemos! 💖